Víctor Álvarez R. / Premio Nacional de Ciencias
La geopolítica del petróleo tiene que ver con la influencia
de este recurso en la configuración del espacio energético mundial, las relaciones
internacionales y el poder global. De allí la importancia de analizar y
comprender las implicaciones que tiene su distribución desigual entre los
países, la influencia y control que ejercen las grandes potencias consumidoras
sobre los países productores, los sistemas y rutas del transporte por donde
pasa el petróleo y la evolución del consumo por países, regiones y en el
mercado global.
Esta complejidad configura alianzas
estratégicas entre productores y consumidores de petróleo, pero también genera rivalidades
y conflictos entre las potencias consumidoras que se disputan el suministro
estable y seguro del recurso. El control de los yacimientos de petróleo y gas es
la verdadera causa de los conflictos de las grandes potencias con los países
petroleros, pero suele ser encubierta bajo una narrativa que presenta otras
motivaciones relacionadas con la defensa de la democracia, los derechos
humanos, la lucha contra el terrorismo o contra el narcotráfico. En torno a
estas causas tan sensibles para la opinión pública mundial se construye un
relato que justifica la injerencia, ataques letales o intervención militar para
forzar un cambio de régimen en los países petroleros.
Cada vez que estalla una guerra reaparece la
preocupación de que el precio del petróleo rompa la barrera de 100 $/b, con su
impacto inflacionario y recesivo en la economía global. La
guerra de Rusia contra Ucrania y la inestabilidad en el Medio Oriente crean un
ambiente de incertidumbre que influye en el comportamiento de los precios del
petróleo, los combustibles y la energía. La dependencia y
vulnerabilidad de EEUU en relación con lo que pase en los países productores de
petróleo lo ha obligado a diversificar las fuentes de energía y a explotar
nuevos tipos de petróleo. Gracias al fracking, la producción de petróleo en EEUU alcanzó un récord histórico de 13,64
MMBPD, pero a este ritmo sus reservas alcanzarán apenas para una década.
La Administración Trump se propone elevar el nivel de la Reserva Estratégica de Petróleo a 700 MMB y para lograrlo necesita inyectar 300 MMB. Según el Departamento de Energía, las reservas subieron de 346 a 380 MMB cuando Chevron recibió una licencia para reactivar sus operaciones en Venezuela. Pero las alianzas del gobierno venezolano con rivales geopolíticos de EEUU preocupan a la Administración Trump y apuran su interés por recuperar el control de las reservas de petróleo más grandes del mundo. Esto explica las maniobras militares, los ataques letales y las operaciones encubiertas que Trump lleva a cabo para forzar un cambio de régimen en Venezuela y contar con un gobierno que le asegure a EEUU un suministro estable y seguro de petróleo y energía a largo plazo.
Importancia económica y geopolítica del
petróleo
El petróleo juega un importante papel en la economía
y geopolítica mundial. El consumo global superó los 100 millones de
barriles diarios (MMBD), anualmente se extraen 40.000 millones de
barriles y las reservas probadas garantizan petróleo por más de un siglo. El
petróleo supera a las energías alternas en concentración energética, aporta el 33% de la matriz
energética mundial, el 52% se destina al sector transporte y representa el 95%
del consumo energético en ese sector. Para la comercialización y transporte de
petróleo se cuenta con toda una red de oleoductos, tanques, muelles, buques de
transporte y refinerías que cubren el mercado global.
El petróleo seguirá
teniendo una extraordinaria importancia económica y geopolítica mientras tenga
un peso significativo en la matriz energética global. Esta necesidad vital
mueve el interés de los países consumidores para tejer alianzas estratégicas
con los países productores, interés que es influido por factores como:
ü Concentración geográfica: Las mayores reservas probadas de petróleo del mundo se concentran en un número reducido de países, principalmente en el Medio Oriente (Arabia Saudita, Irak, Irán), Latinoamérica (Venezuela) y Rusia.
ü Organismos de control de la producción y los precios: La OPEP ejerce una influencia significativa en el mercado petrolero internacional toda vez que produce casi el 40% de la demanda global y concentra el 80% de las reservas probadas, lo que se traduce en una indiscutible capacidad para influir a largo plazo en la producción, suministro y precios del petróleo.
ü Rutas de suministro: El petróleo debe ser transportado por rutas marítimas y terrestres claves. El control de estrechos marítimos vitales como el Estrecho de Ormuz (por donde pasa gran parte del crudo de Oriente Medio), el Canal de Suez o el Canal de Panamá resultan cruciales para la seguridad energética global, razón por la cual son focos de permanente tensión.
ü Vulnerabilidad y expectativas: Los países consumidores dependen de las importaciones, cuestión
que los hace vulnerables a las fluctuaciones de precios y a la
inestabilidad en las regiones productoras. Cualquier conflicto que amenace con
interrumpir el transporte por las rutas del petróleo dispara los precios, con
su inevitable impacto en la actividad económica y la inflación.
La política petrolera es el conjunto
de decisiones, lineamientos, leyes y acciones que un Estado establece para la
administración, regulación y explotación de sus recursos de petróleo y gas
natural, con el fin de alcanzar objetivos estratégicos en lo económico,
político, social, ambiental y geopolítico. Abarca la gestión de toda la cadena de valor de los hidrocarburos -desde el subsuelo
hasta el consumidor final-, y se articula a través de varios medios e instrumentos:
ü Propiedad y control: Define si los yacimientos son propiedad pública nacional y establece el grado de participación y control del gobierno en las actividades de exploración, producción, refinación y comercialización, así como el grado de participación del sector privado en las empresas mixtas que operan en los diferentes eslabones de la cadena de valor.
ü Marco legal y fiscal: Incluye los mandatos constitucionales y las leyes de hidrocarburos, el régimen de regalías, impuestos y contratos que rigen la relación con las compañías privadas nacionales o extranjeras que invierten en el sector.
ü Objetivos macroeconómicos: El Estado busca maximizar la renta petrolera a través del cobro de regalías por la liquidación de un recurso natural no renovable, y con estos recursos asegurar el financiamiento del presupuesto nacional y la estabilidad macroeconómica.
ü Producción y precios: En coordinación con la OPEP y OPEP+, la política petrolera define el nivel de producción que influye en el nivel de precios, así como las estrategias de comercialización para influir en los mercados internacionales y defender los intereses de los países productores.
ü Mercado Interno: Regula el suministro y el precio de los combustibles y derivados en el mercado nacional, lo que a menudo implica mantener significativos subsidios, como los que se otorgan a la gasolina y el gas doméstico.
ü Distribución de la renta petrolera: Determina cómo se invierte o distribuye el ingreso petrolero en
función del Plan de la Nación. La disputa por sacar ventaja en el reparto de la
renta petrolera ha sido una de las causas del conflicto político venezolano que
enfrenta a quiénes se pronuncian a favor de destinar la renta al desarrollo
económico (capitalismo rentístico) y quienes están a favor de destinar el mayor
porcentaje a la inversión social (neorentismo socialista)
La diplomacia
petrolera
En el caso de los países productores, la
diplomacia petrolera utiliza el petróleo como un medio de influencia económica
y geopolítica, ya sea a través de acuerdos de suministro, alianzas energéticas
o programas de ayuda. Es un instrumento de política exterior que va moldeando
las relaciones y alianzas entre los países productores de petróleo y los países
que necesitan este recurso.
La propiedad estatal sobre Pdvsa le permite al Estado venezolano implementar una diplomacia petrolera que promueve la cooperación e
integración económica internacional y representa una poderosa palanca para
influir en las relaciones con otros países. Un ejemplo es el caso de Petrocaribe, un
acuerdo de cooperación que suministró petróleo en condiciones preferenciales a
países con los cuales el gobierno venezolano se propuso construir apoyos
internacionales y alianzas geopolíticas.
Los países productores también
han utilizado el petróleo como un arma diplomática y geopolítica. Un ejemplo
clásico es el embargo petrolero árabe de 1973 que utilizó la restricción del
suministro para influir en la política exterior de los países consumidores.
Pero las potencias
consumidoras también utilizan las sanciones como
presión para forzar cambios de régimen en
países petroleros, controlar sus reservas y
lograr un suministro estable y seguro de energía a largo plazo. Grandes
productores como Irán, Rusia o Venezuela sufren sanciones petroleras que tienen
como fin estrangular su capacidad financiera y cambiar el gobierno, o para que
estos gobiernos cambien sus políticas no alineadas con el interés de las
potencias consumidoras.
Los principios rectores de
la política petrolera están en la Constitución
Desde que apareció el petróleo en la vida
nacional, la política petrolera pasó a ser el eje central de la política nacional y
tiene una profunda incidencia en la organización social, la política interna,
la actividad económica y las relaciones internacionales. Los principios
rectores de la política petrolera de Venezuela están consagrados en la
Constitución de 1999:
·
El
artículo 11 establece que “la soberanía plena de la República se ejerce
sobre los recursos del suelo y el subsuelo”.
·
El
artículo 12 establece claramente que “los yacimientos mineros y de
hidrocarburos (…) son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e
imprescriptibles.”
·
En el
artículo 302 “El Estado se reserva, mediante la Ley Orgánica respectiva, y por
razones de conveniencia nacional, la actividad petrolera y otras industrias,
explotaciones, servicios y bienes de interés público y de carácter estratégico.”
·
En el
artículo 303 “Por razones de soberanía económica, política y de estrategia
nacional, el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de
Venezuela, S.A., o del ente creado para el manejo de la industria petrolera”
La
Constitucional Nacional es el proyecto de país aprobado por la mayoría de los
venezolanos y cualquier cambio en sus fundamentos debe ser consultado y
aprobado en un referendo constitucional. En caso de privatizar Pdvsa, la industria petrolera venezolana quedaría subordinada a intereses
particulares y dejaría de responder al interés nacional. El Estado
no solo perdería su influencia geopolítica, también perdería
su capacidad de instrumentar la política petrolera, la
diplomacia petrolera y la geopolítica
del petróleo en función de impulsar el desarrollo económico y
social de la Nación a través de procesos de cooperación e integración comercial
y económica.

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